Me llamo Ángela Vicario. Seguro que no me recuerdas, pero yo te refrescaré la memoria. Soy uno de los personajes de una novela de ese tal García Márquez, un colombiano famosillo que usaba vidas ajenas con fines literarios. Por supuesto, en el mundo real tenía otro nombre, pero el que me otorgó el Gabo me gusta más.
Hace mucho tiempo que no formo parte del reino de los vivos, pero como al escritor le dio por inmortalizarme en las páginas de su libro, mi espíritu sigue vagando por todos lados. Me aburría en la ciudad de Sincelejo, así que decidí mudarme a unas islas en el Atlántico llamadas Afortunadas. Por algo será.
Por voluntad propia he dejado de ser un personaje literario y me he convertido en cronista, periodista, escritora, o algo parecido. El caso es que ahora soy yo la que te va a contar algunos asuntos truculentos acontecidos por estos lares que a lo mejor no te crees, pero eso me da igual. Lo cierto es que se te pondrán los pelos de punta y tal vez necesites de un somnífero para conciliar el sueño.
Advertido y advertida quedas. Si quieres dormir a pierna suelta no te asomes por aquí. La mujer que escribe este blog me ha dado carta blanca para contar lo que me venga en gana. Te confieso que tengo muy malas pulgas. No olvides que fui rechazada en mi noche de bodas por no ser virgen, y fui vengada por mis hermanos quienes se mancharon las manos de sangre…
Nos vemos en la próxima entrega, si es que te atreves a leer mis relatos 👻
Belkys Rodríguez ©
Foto: Jan Canty (Unsplash)