Palabras del escritor Joaquín Nieto Reguera en la presentación de La tercera isla (Biblioteca Insular)

«He pensado detenidamente en el conjunto de las dos entregas y he llegado a la conclusión de que por estos lares no existe, en mi memoria literaria, tantos recursos, naturales e imaginarios, tan bien buscados y aprovechados para ser incluidos en una trama llena de imágenes nuevas. Un puzzle de recursos que han estado en esta isla o próximas y nos han pasado desapercibidos. Un puzzle imaginativo muy bien confeccionado, tengo que aclarar. Ajustado a su estilo, con las piezas bien aprovechadas y un eje central fiel a lo planificado.

Por otro lado, no descubro nada nuevo de Belkys si digo que escribe con la misma bondad que posee y es aquella que regala a su paso. Es soñadora escribiendo, como lo es en la vida. Emplea las palabras justas, no más. Ama la naturaleza, le preocupa su deterioro, quiere a los perros como a las personas, se entrega a su trabajo de escritora con pasión. Vive sus tramas como si fuera, ella, la misma Amalia. Le da segundas oportunidades a los seres que maneja, pues todos están para hacer el bien y si no lo hacen, siempre hay quien enmiende la situación: daños los mínimos, desgracias las que no tienen solución. La Guajira ve más allá, camina sobre hojas de los bosques que encuentra en su camino sin que pise las hojas. Vuelan mariposas sobre las páginas de sus libros, seguro que las mismas que cruzan el ancho mar desde tierras americanas, para en su terraza alimentarse y procrearse… Se acompaña de gente buena, de personajes entrañables, de niñas que quieren, que dan muestras de aprender, de estar en la vida cumpliendo con la tarea de hacer un mundo mejor.

Rectifico lo dicho anteriormente: Amalia es mucho de Belkys disfrazada de niña con melena tostada, de niña que vino al mundo a arreglarlo, a no permitir que haya desengaños, a querer, a amar, a decir mucho dando ejemplo, a hacer más que a hablar, a profesar la amistad. Y también la Guajira es mucho de Cirilo, el güije, ya no solo en esta novela sino también en el comportamiento gamberrillo que tiene en general sobre el papel, cuando hace literatura. Este libro, por otro lado, colmado de virtudes, es un cofre de propuestas para el aprendizaje, si lo lees y no aprendes es porque no tienes interés. Entre sus hojas están escondidas las mil y una noches de cielos limpios y donde sus habitantes se convierten en damas o reinas de auroras boreales, de signos o señales que te llevan al recuerdo de otras historias vividas o por vivir. Hay en ese cofre olores a naturaleza que te hacen gozar de sus aromas y embelesado soñar con aventuras, aquellas que pueden ser de otras tierras, o las otras que presientes te traerán el recuerdo más cercano o, simplemente te llevarán a la felicidad.

Por ejemplo: de esa chistera la maga de la pluma te pondrá en vilo cuando diablillos malvados de Timanfaya, aquellos de la leyenda de los esposados, pongan en alerta a la naturaleza de Gran Canaria. Pero no todos ellos, uno no… y como no podía faltar en libros de LIJ, el atrevimiento o la creatividad te invitará a volar en dragones, que nacieron rocas (alfombras no que sería una idea ya agotada), sobre la hermosura de la naturaleza de Gran Canaria».

 

Joaquín Nieto Reguera