Las mariposas siempre vuelven
A Ángeles. Dos años sin tu sonrisa y sin tus alas. Entre las piedras incrustadas en la orilla revoloteaba la mariposa. Se cansó de las flores y de la tierra y decidió que el mar era el sitio perfecto para el reencuentro con su esencia. Posada sobre la arena la vi. Estaba quieta y atenta