La última princesa

Sentada en aquel bar, dándole la última calada al cigarrillo, Estrella recordó el cuento de Cenicienta. Aún guardaba aquel libro que olía a los días más felices de su infancia. Cada noche, al llegar a su apartamento, lo hojeaba hasta que se quedaba dormida en el sofá. Entonces soñaba con su madre leyéndole la historia