Desidia

Se aflojan las carnes esperando una caricia. La sonrisa se transforma en rictus patético. El carmín de los labios se abraza con furia al borde de la copa vacía. Camina tambaleante, el rímel se mezcla con un par de lágrimas que bajan con descuido hasta la comisura de los labios. Se quita los tacones y