Sombras y amaneceres

Cobíjate bajo tu sombra si te hace falta y bajo la de aquel árbol de tu infancia, si la que proyecta tu alma no es suficiente. Camina despacio y deja que la soledad te haga un guiño cómplice o una mueca, da igual, la arena mojada bajo tus pasos  será el remedio para las penas.