La espera
La ciudad en su quietud, callada se desliza hacia la noche; altiva y sigilosa como gata en celo. En el ronroneo se diluye el eco de sus pasos. Balcones que penden indiferentes sobre la calle empedrada. Los colores se marchan cabizbajos y se refugian en la línea intangible que hay entre tus manos y el