A la deriva en mares ajenos, sobre arenas movedizas. Con el amanecer a la espalda avanza hacia las sombras.
A la deriva sobre la tabla de otro náufrago que como él renunció a sus costas. Obstinado navegante luchando solo contra las tempestades que azotan sus miedos.
Cabalgando sobre olas indómitas, la melena ondulante, la mirada perdida en el escurridizo horizonte.
A la deriva en una noche sin estrellas fugaces, con la frialdad incrustada en los huesos, la ropa mojada, el cielo plomizo, la esperanza errante.
Belkys Rodríguez Blanco ©