Remiendos inútiles

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No se puede remendar el sosiego cuando se llena de agujeros. El hilo se pudre, la aguja se tuerce y tiembla el pulso cuando intentas tapar los pedazos de piel que se quedan a la intemperie.

No se puede zurcir el alma cuando el dolor la rasga. Cada trozo tiene vida propia y se pierde en los laberintos de la sinrazón. Huyen de la lógica, de las puntadas y de la locura.

No es posible unir tantas piezas sueltas. Es un rompecabezas de islas que flotan a la deriva sobre un océano indiferente.

Belkys Rodríguez Blanco©

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