Boniato y cerveza
La Paca despertó angustiada y sudorosa a las tres de la madrugada. Los días de dormir plácidamente hasta bien entrada la mañana habían terminado. Unos meses atrás escuchó una conversación que la alarmó. Varias mujeres de más de 45 años, sentadas en la heladería italiana donde ella solía ir tres veces por semana, hablaban de