En territorio onírico
Aquel sentimiento dulce en el pecho la empalagaba y le subía los niveles de glucosa en sangre. Prefería lo agrio, era mucho más sano. No había pegado ojo pensando en aquellas manos que jamás la habían tocado. No necesitaba irse a la cama para soñar con él. Con los ojos muy abiertos y a plena