Desiertos



A Susi

Desiertos cálidos o polares, propios y ajenos. La arena se cuela de la misma manera por las rendijas de los sentidos y va construyendo castillos sobre el alma. Desiertos con oasis o sin ellos, compañeros en un viaje que empieza en la mirada y acaba más allá del último grano de soledad. La arena quema bajo unos pies indefensos, también la nieve abrasa y adormece. Pero la búsqueda y la certeza del encuentro con tus huellas te refrescan o te calientan, te arrullan y te dan cobijo, y dibujan un mapa y una brújula para que puedas encontrar el camino de vuelta a ti misma.

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