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Piezas del alma

El viento intentó desordenar las piezas del alma, pero  tus manos pusieron las caricias en su sitio; el mar casi siempre indomable llegó manso y arrepentido hasta mis pies.   Recuerdo las olas abandonando la espuma en las piedras, el salitre en los labios, y otra vez tus manos poniendo en orden mi cuerpo en tu orilla.

La decisión de la escoba

La bruja Lolita se ha hecho mayor y la altura le produce vértigo, sobre todo en las noches de luna llena. La escoba, harta de lo que ella misma denomina alteraciones ocasionales del equilibrio debido a la ingesta de bebidas espiritosas, ha decidido no volver a acompañarla en esos vuelos en los que solo escucha

Interrogantes

Qué haría yo sin las islas que me habitan, sin el mar de invierno, sin la espuma que llega sumisa hasta tus pies, sin las costas de tus propios recuerdos, sin las gaviotas que planean sobre el sol agonizante, sin esos aviones que desvisten de quietud la tarde, sin las rocas centenarias donde se abraza

Pétalos sobre las olas

Avanza con paso cansino por el viejo muelle. Las piedras se incrustan en sus pies callosos. Las olas se acercan mansas y los lamen  igual que lo hace su perro cuando él llega a casa y se quita las pesadas botas que usa para la labranza. Ignacio nació en el campo, sin embargo prefiere ir

Barco de papel

La lluvia le indica siempre el camino de vuelta a la calle de su infancia. Y si llueve a cántaros, mejor. Las aguas suben hasta los tobillos, agarra su capa naranja, las botas plásticas y se va a chapotear por el barrio. Su madre no puede saberlo. Dice que se pone mala de la garganta,

Kertasníkir

Desde las heladas montañas islandesas llega el último troll navideño. La aurora boreal tiñe el cielo de un mar ondulante de colores. El brillo de una estrella marca el rumbo de los sueños. Kertasníkir, el hombrecillo que trae las velas, va llevando la luz a los corazones de la buena gente. Sopla el viento que viene

Tormentas

A todos los que se marcharon a cualquier punto cardinal. El viento dejó de ser un susurro y arremetió contra las calles, las aceras, los techos y los árboles centenarios del parque donde él solía ir con el abuelo cada domingo.  Unos hablaban de tormenta, otros decían que era el peor huracán que azotaría la

Trece caballeros para la Navidad

Hoy  Diego recibirá su primer regalo de Navidad. Tal vez esté pensando que no llegará, o que con catorce años ya no se debe creer en esas cosas, pero seguro que pondrá el zapato en la ventana. Durante la noche un raro personaje llegado desde Islandia le dará una sorpresa. Si a alguien pudiera parecerle demasiado

Ángeles y Demonios

Para mi amiga Ángeles, un relato cargadito como el buen café cubano. Clara estuvo sacando cuentas a pesar de que nunca le gustaron las matemáticas. Pero justo antes de hacer la maleta, se sentó en el borde de la cama y comenzó a hacer números en la calculadora del móvil. Tenía curiosidad por contar los

Nayra

A mis compañeros de Makarenko, por todos los sueños compartidos. A todos los que estuvieron becados en el campo.    Cuando la conocí, su nombre me pareció raro pero no dejaba de ser bonito y original. Ahora sé de dónde viene y lo que significa. Era una adolescente peculiar: pelo claro, corto y rizado, baja