Acoso
Las sombras lo atormentan. Han regresado el mismo día del solsticio de verano. Vetustas y lozanas, flácidas y erectas, amables y groseras; eso sí, persistentes, tiranas, empalagosas, insufribles. Intenta darles una patada, pero las muy cabronas se escabullen y dejan el ambiente impregnado de un olor nauseabundo. Sus risas histéricas rebotan en las paredes del