Glaciares

El Túnel

1 Incluso en aquellos angustiosos momentos, el señor Zaisberger creía tenerlo todo bajo control. Una luz indiscreta apuntaba directo a la nuca y, según él, violaba la intimidad del túnel. Quizás a estas horas su único amigo lo odiaba y había cruzado ya medio mundo para escapar. Él, sin embargo, estaba allí, de rodillas y

Diosa del norte

A mi isla de hielo y fuego Primero fue la ola apaciguando la rudeza de las piedras. Luego las torres desafiando las corrientes. Pájaros marinos a merced de las mareas. Resignados emigrantes viajando al sur, el único punto cardinal habitable. Sin embargo ella, en su porfía, voló al norte, a contracorriente, la mirada indomable, las