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Nevada

Me acuerdo de la primera nevada de mi vida. Tenía veintinueve años. Salí al jardín en aquel país donde los elfos te espían desde sus refugios, abrí los brazos y dejé que los copos se acurrucaran en los pliegues de mi abrigo negro. Era otoño, como hoy. El abrigo sigue colgado detrás de la puerta

El verdugo

Disfrutaba con el lamento y las súplicas de los condenados a muerte. Le excitaban el olor a orín y a excrementos. Necesitaba el gentío a su alrededor para ejecutar la sentencia. Los gritos de la multitud le producían placer. Al caer, el convicto no se estrangulaba de golpe. Se quedaba apenas suspendido de la horca

Virulencia

Tres días contigo en la cama. Más de diez años sin verte, sin embargo me doy cuenta de que no has cambiado. Conservas intacta tu capacidad telúrica. Ojerosa, exhausta, dolorida…A mis años estos excesos pasan factura. Has hecho un buen repaso de toda mi anatomía. No te ha quedado ningún rincón por explorar. Hoy, por

Trece Santas navideños

Hoy Diego, si se porta bien, recibirá su primer regalo de Navidad. Como ahora tiene quince años tal vez piense que no llegará, pero de todas maneras pondrá el zapato en la ventana y durante la noche un raro personaje llegado desde Islandia le dejará una carta y un pequeño presente. Si a alguien pudiera

Relatos en Minifalda

<iframe src=»//player.vimeo.com/video/109189693?portrait=0&amp;color=ffffff» width=»560″ height=»308″ frameborder=»0″ webkitallowfullscreen mozallowfullscreen allowfullscreen></iframe> <p><a href=»http://vimeo.com/109189693«>Relatos en Minifalda</a> from <a href=»http://vimeo.com/alargalavida«>Alargalavida</a> on <a href=»https://vimeo.com«>Vimeo</a>.</p>

Ola y espuma

La ola libera la espuma de un cautiverio milenario. Va mascullando su rabia desde que se alza mar adentro hasta que arremete contra la arena en cualquier orilla. La espuma sale como un escupitajo de las fauces de la ola o como una lengua voraz que lame con avidez las costas. Ola y espuma fundidas

Calima y aguacero

Calima que anula el mar y la voluntad. El polvo le reseca la garganta mientras en sus recuerdos busca un aguacero que le refresque los sentidos. El sol es perfectamente redondo encima de las lomas. Hay otro sol, distante, que intenta apagarse sobre las olas caribeñas. Allí flota ella, entre algas y toninas. Aquí  no

Estío

Tanto calor aplasta las palabras, las fríe hasta convertirlas en chicharritas carbonizadas. El teclado me mira con desdén, bosteza y cierra los ojos. Sueño con aquella charca bajo el faro, a la sombra de la lava milenaria. Allí las piedras son un remanso de frialdad y el mar del otro lado del acantilado salta y

El secreto

Muy cerca de la estrella polar, las hadas y los elfos me susurraron un secreto y yo, incrédula, tan solo sonreí mientras los colores de la aurora boreal iban construyendo un camino hacia el sur. Ahora sé que todo lo que me contaron era cierto. Y estoy aquí, exactamente donde ellos me dijeron que me