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Trece caballeros para la Navidad

Hoy  Diego recibirá su primer regalo de Navidad. Tal vez esté pensando que no llegará, o que con catorce años ya no se debe creer en esas cosas, pero seguro que pondrá el zapato en la ventana. Durante la noche un raro personaje llegado desde Islandia le dará una sorpresa. Si a alguien pudiera parecerle demasiado

Ángeles y Demonios

Para mi amiga Ángeles, un relato cargadito como el buen café cubano. Clara estuvo sacando cuentas a pesar de que nunca le gustaron las matemáticas. Pero justo antes de hacer la maleta, se sentó en el borde de la cama y comenzó a hacer números en la calculadora del móvil. Tenía curiosidad por contar los

Nayra

A mis compañeros de Makarenko, por todos los sueños compartidos. A todos los que estuvieron becados en el campo.    Cuando la conocí, su nombre me pareció raro pero no dejaba de ser bonito y original. Ahora sé de dónde viene y lo que significa. Era una adolescente peculiar: pelo claro, corto y rizado, baja

Sombras y luces

Entre tantas sombras, la luz fue haciendo un agujero y logró salir a la superficie. Asomó tímidamente la cabeza y comprobó que el mundo podía ser una mirada, una melodía, un brevísimo candil que anuncia la noche, una caricia inocente que tiembla en la punta de los dedos. Impaciente, la luz quiso mostrar todo su

Génesis del llanto

El llanto de Iluminada era una cuestión genética. Su árbol genealógico era una lista interminable de antepasados llorones. No solo las mujeres tenían la capacidad de llorar a mares, los hombres también debían enjugarse las lágrimas con disimulo en cualquier acontecimiento familiar de cierta relevancia. De esta manera empapaban pañuelos en bautizos, bodas, funerales, comuniones,

Heridas

Bendito domingo con la nostalgia y su artilugio sadomasoquista dejando surcos sobre la piel de los recuerdos. Ella lo sabe mejor que nadie. Por mucho que lo intente no puede escapar de la mueca trágica de las heridas. Y a pesar de todo sonríe y busca en el desván el traje de princesa que le

Abulia

No tengo ganas de escribir pero garabateo una frase sin sentido. No me gusta volar pero me cuelgo desesperada de un trozo de nube. No me apetece llorar pero la lluvia ha formado un charco sobre las sábanas. No es mi intención gritar pero has llegado tan lejos y con tal ímpetu que ni tiempo

La Tarde

La tarde se parece a ti, a mí, a la inocencia. Es un refugio para la quietud, y el mar se acurruca en las aletas de dos delfines que bailan ante el crepúsculo y las gaviotas. La tarde es un susurro de besos como retoños, de raíces como laberintos, de conchas como destinos. No sé

Lo que las moscas te pueden contar

A Piti, por facilitarme la idea. Las moscas en su caótico vuelo matinal sobre una cabeza que se protege del frío como puede, incluso con una peluca grotesca que perteneció a algún antepasado con espíritu carnavalesco, les susurran historias fabulosas a la única oreja que posee: como aquella en la que la mierda de perro tiene una discusión

Habana

Añoro mi ciudad de fortalezas ancestrales, de aliento de salitre, de atardeceres eternos, de techos agónicos, de barcos que se marchan. Juglar soñoliento que le canta a la espera, y deja caer sus párpados centenarios, pero no encuentra reposo a pesar de la noche. Amasijo de luces que danzan eufóricas sobre las olas, de vitrales