Espejismo

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El piloto anunció turbulencias y pidió a los pasajeros que se abrocharan los cinturones. Ella se agarró con fuerza a los brazos del asiento, cerró los ojos y comenzó a repetir un viejo mantra como una letanía. En el asiento contiguo, él sonrió y le rozó discretamente la mano. Ella giró la cabeza y descubrió primero sus labios, luego su mirada serena y por último su voz. La tranquilizó diciéndole que aquel era el medio de transporte más seguro, que sólo eran baches, como sucedía en la propia vida y luego volvía la calma. Hablaron de literatura, cine, animales, del principio de aerodinámica, de las coincidencias, del destino o el azar; de lo que algunos llamaban causalidades, de sus vidas.

El avión subía y bajaba esquivando la tormenta, pero ella sólo pensaba en la transparencia de aquel rostro y en la parsimonia de las palabras que la arrullaban y le devolvían el sosiego. No supo en qué momento se durmió y, al despertar, la aeronave había tocado tierra y los pasajeros se disponían a abandonarla a toda prisa para no perder las conexiones. Amalia miró hacia todos lados y desconcertada comprobó que su vecino de asiento había desparecido. Buscó desesperadamente entre la multitud pero ningún rostro tenía su sonrisa.

Espejismo

Ciertas habilidades con el pincel le han permitido dibujar un retrato que ha publicado en sus redes sociales con un breve texto: Chica del asiento 8A del vuelo 3467 de Air Europa que cubría la ruta Madrid-Venecia necesita encontrar al chico del 8B. Sólo quiero darte las gracias por tus palabras sinceras y escuchar una vez más tu voz. Tus argumentos me convencieron y ya no tengo miedo a volar. Puede parecer absurdo y descabellado, pero creo que te quiero.

La compañía aérea ha intentado ayudarla sin resultados. Le aseguran que el asiento 8B no estaba ocupado. Amalia cree que es por culpa de la ley de protección de datos. Está convencida de que no fue un espejismo. Era un hombre de carne y hueso, probablemente la persona por la que había estado esperando toda su vida. Un pequeño milagro que todos los meses la empuja a subirse a un avión, con la esperanza de que alguna tormenta le devuelva el sonido de aquella voz con la que sueña cada noche.

Foto: cocoparisienne (Pixabay)
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3 comentarios en “Espejismo”

  1. Que bonita historia. Queda por saber si al final no lo encuentre al misterioso pasajero un día y sea como un pequeño milagro que se complete.

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