Sandra en el arcoíris
Sandra se aferró al arcoíris. Tenía que agarrarse a cualquier cosa para no rendirse. Recuerda que la llovizna se mezcló con las lágrimas y bajó por su cuerpo como una cascada de alivio. Le dolían las manos pero no podía soltarse. Sabía que abajo la esperaba el silencio y eso era lo menos que necesitaba