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El alacrán emigrante

A una guajira que conocí en los fiordos del oeste de Islandia El animal no se lo pensó dos veces y se coló de madrugada en la maleta aún a medio hacer. Sabía que la mujer partiría a primera hora hacia Europa. Cansado de una vida monótona y de los lamentos de todos los que

El patas de palo

Hoy llega el primero. Sus hermanos vendrán cada noche hasta el día de Navidad. Dicen que este se roba las ovejas. Stekkjastaur se llama. Con suerte, me dejará un regalo en el zapato. En mi casa están por todas partes. Para colmo se me ha ocurrido escribir un libro donde cuento sus travesuras. Jamás me

El poeta que vino de muy lejos

Dijo el poeta cubano Eliseo Diego que Manuel Díaz Martínez, en sus poemas, parece que viniera de muy lejos. Y así es, de lejos viene y muy hondo llega con su poesía y también con su prosa. El poeta es capaz de derramar versos sobre su narrativa. Lo hace magistralmente y debería hacerlo con más

Alejandra

Nació el día que llegó la calima. Salió con dificultad del capullo y en cuanto le dio el aire se puso a estornudar. Sus pequeñas alas estaban un poco arrugadas porque dentro de su casita no había mucho espacio que digamos. Ella es una mariposa Monarca, como Ángeles. Sus colores naranja y negro saludaron al

Espejismo

El piloto anunció turbulencias y pidió a los pasajeros que se abrocharan los cinturones. Ella se agarró con fuerza a los brazos del asiento, cerró los ojos y comenzó a repetir un viejo mantra como una letanía. En el asiento contiguo, él sonrió y le rozó discretamente la mano. Ella giró la cabeza y descubrió

Intercambio de roles

El vegetal observó al niño con cara de asco. Sin embargo, como debía seguir al pie de la letra los consejos de su nutricionista, engulló al infante con los ojos cerrados y la firme convicción de que jamás se convertiría en una planta carnívora. Foto: RitaE Si quieres leer otros cuentos cortos pincha en el

La decisión

La cuartilla en blanco la tienta. Quiere escribir frases coherentes y poéticas pero la rabia la observa desafiante, impertérrita; plantada frente a ella como una estatua invencible la invita a gritar, a blasfemar, a morder su propia herida y a dejar que un hilo de sangre la alivie de sí misma. No hay camino, sólo